RUINAS ARQUEOLÓGICAS
Centro ceremonial de Atmatla
          En el barrio de San Pedro Atmatla, dos kilómetros al sur del actual Zacatlán, se encuentran unos cinco promontorios, el más alto de unos 20 metros de altura y sobre los cuales se cultiva maíz y demás cereales y del que se tiene la seguridad que esos promontorios son de orígen teotihuacano.
          Entre los argumentos en que se basa la tesis de que tales promontorios forman un todo de origen prehispánico de finalidades religiosas figuran los siguientes:
a).-  Su disposición, la colocación casi simétrica de los promontorios, conteniendo el centro un patrio de ceremonias.
b).- La ubicación del conjunto que domina ya no solo a la ciudad de Zacatlán, sino a lejanos puntos de la Sierra, hacia diversos horizontes, especialmente del Sur y del Noreste.
c).- El constante hallazgo en esa zona de figurillas de barro, a saber: idolillos, fragmentos de barro cocido, que pudieran ser partes de vasos o vasijas, etc, carillas de piedra, y por último, tomando en cuenta la presencia de las ruinas de un templo que probablemente fue construido con las partes que se encontraban intactas antes de la llegada de los españoles por estas partes, tenían por costumbre que para acabar con el "paganismo indígena" construían sus templos arriba de los centros religiosos de los naturales, lo que viene a confirmar una vez más la posibilidad no comprobada científicamente, de que esa zona es genuinamente arqueológica y toca a los zacatecos hacer que la ciencia acuda a corroborar esos argumentos, y corresponde también hacer saber al mundo, que ahí puede irse a admirar a una cultura que se desarrolló antes de la llegada de los conquistadores que acabaron con su mundo mágico y misterioso y que con el paso del tiempo algunas de las tantas costumbres se han perdido pero que algunas se siguen conservando.
Vamos a reproducir el argumento sobre esta zona que ya habíamos anotado en líneas más arriba:

          Hay que apuntar que la plaza ceremonial ya en total extinción de Atmatla estaba dedicado precisamente a este dios, pues antes de que la pirámide principal fuera destruida en sus totalidad en sus cima por los habitantes de los alrededores y creciera maleza y árboles presentaba ciertas características inconfundibles relacionadas a este dios, las cuales según José María Esteva que "es sabido que todos los templos de los antiguos mexicanos que por influencia tenían era otros pueblos bajo su yugo, presentaban  la plataforma, ya formando un cuadro completo, o ya un cuadrilóngo, y que sólo había partes circulares en la de los templos erigidos al culto de Quetzalcochuatl" Este templo o pirámide que aun subsiste, pero ya destruida en su originalidad, era en parte circular con cima cuadrilónga, y porque según los historiadores consultados con más autoridad, corno Motolinia, de las Casas y Clavijero, dicen que los indios sabían por tradición, que cuando este dios quería publicar una ley, hacia subir a la cima de un monte a un pregonero, cuya voz se podía escuchar a una enorme distancia; sea porque lo tenían por dios del aire, siempre le levantaban su templo en las cumbres de los montes. Por eso construyeron los toltecas en Cholula, la colosal pirámide que ha llegado a nuestros días, por eso en Tula le hicieron un templo en lo más alto del monte y en casi todo el imperio mexicano hacían lo mismo, pues era general el culto a este dios.

          Una característica extraordinaria que se puede observar en el centro ceremonial de Atmatla, es que la disposición del principal templo con los otros edificios que se encuentran adyacentes, están de tal forma dispuestos, que representan una gigantesca cruz. Tal que lo podrá observar quien quiera salir de dudas, pero también lo podrá comprobar en el plano de arriba.

          Extractarnos de un artículo publicado en 1975 en la revista Juventud, la parte correspondiente a Atmatla, escrita por el Profr. Constantino Rábago Torres que dice al respecto:

          En 1970, a1 día siguiente de la primera visita a la barranca acudimos a una pequeña comunidad o ranchería, San Pedro Atmatla, a sólo dos kilómetros de Zacatlán y, en una cuña o meseta que penetra a la barranca bifurcándola, localizamos la zona arqueológica, donde debió haber florecido el Xiuhtec-Atenamitic Zacatlán original (su aprobación es falsa. N. del que escribe esto), desde el silo 111 d. de C., con ocupación presuntamente totonaca.

          Allí hay bastante material arqueológico de superficie; abundan los tiestos y es frecuente la aparición  frecuentada de figurillas, puntas de dardos, metales, etc., que son objeto de saqueo y pretendido comercio. Sumamente destruida, esta zona conserva sin embargo, dos de sus pirámides en condiciones de restauración (en el momento actual, 1994, todo esto se encuentra ya totalmente destruído), y aun del resto, puede inferirse -- idealmente, se entiende -- la distribución y forma de los monumentos, su importancia, su ubicación, flanqueando patios ceremoniales el aprovechamiento del declive natural del terreno, para  conducir mediante dos terrazas escalonadas, hacia el patio  principal, que habrá tenido tal vez alguna Plataforma  ceremonial que ya desapareció

          Del material de tepalcates cogidos in situ, así corno de algunos restos de figurillas y otros objetos entregados por vecinos al Patronato para su conservación, es fácil deducir la influencia temprana teotihuacana II y III, de la huasteca procedente de sus periodos del prisco. Pánuco II y de Pitahayas. Pánuco III, además de cierta penetración de formas provenientes de Remojadas del Veracruz Central. Entre otras pequeñas piezas se rescató un dije hecho de pizarra, cuya procedencia bien notable es de la Cultura de Mezcala.

          Cerca de San Pedro Atmatla, cruzando la barranca y el río Laxaxalpan -- muy penosas en sentido contrario a Zacatlán-- un pequeño poblado, San Miguel Tenango o de los Comales, que parece contar con zona arqueológica cerca y de donde rescatarnos una vasija ceremonial, de barro con paño negro, pulido, resuelta en una cabeza antropomorfa con la boca prominente, grandemente excisa y desmesuradamente abierta. Los detalles están finamente modelados y acabados. Otros materiales procedentes de este sitio, están ya bajo la custodia del Patronato zacateco.

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